sábado, 3 de marzo de 2012

La saliva


Histofisiologia
Es importante considerar la composición y las funciones de la saliva en su totalidad, para alcanzar una visión global de la actividad del conjunto de las glándulas salivales y de su incidencia del conjunto de las glándulas salivales y de su incidencia en la biopatologia de la cavidad bucal.

Composición y volumen de la saliva
En la cavidad bucal las secreciones se mezclan y constituyen lo que se denomina Saliva mixta o total. Esta saliva bucal es viscosa, contiene prácticamente un 99% de agua y su pH se encuentra entre 6.8 y 7.2, que es el pH óptimo para que pueda actuar la ptialina.
La saliva mixta o total, según algunos autores deberían de llamarse “fluido bucal” por contener leucocitos, células epiteliales bucales descamadas, microorganismos y sus productos, liquido crevicular (exudado de la hendidura gingival) y restos alimenticios.
Los principales constituyentes de la saliva, además del agua son
·         Componentes proteicos y glicoproteínas: como son, la amilasa salival o ptialina, mucinas, lisozimas, IgAs, cistatinas, proteínas acidicas ricas en prolina, etcétera…
·         Componentes orgánicos no proteicos: urea, acido urico, glucosa, citrato, lactato, amoniaco, creatinina, etcétera….
·         Componentes inorgánicos: Sodio, potasio, calcio, cloruros, fluoruros, fosfatos, bicarbonatos entre otros…
El volumen de la Saliva que producen las glándulas salivales humanas puede llegar a 1.5 litros por día, pero la mayoría de los investigadores calculan un promedio de 600-800cc diarios.  La cantidad de saliva muestra un ritmo circadiano, ya que varia a diferentes momentos del dia. Como ejemplo, durante el sueño disminuye marcadamente. Durante la vigilia, en condiciones de reposo, se produce un fluido salival escaso, suficiente para asegurar la protección de la mucosa bucal. Pero durante las comidas, aumenta considerablemente, ya que la masticación y al mismo tiempo el gustar de los alimentos es un estimulo para la secreción salival.

 Volumen de la Saliva secretada diariamente:

  • Las glandulas parotidas (80 y 90 %) y las sublinguales ( un 5 % del mismo).
  • Las glandulas menores responsables basicamente de la saliva en reposo (5 a 10 %)

La cuantificación de saliva producida se denomina: sialometria. Se realiza determinando el flujo salival, es decir, la cantidad de saliva secretada por unidad de tiempo.
Los valores normales de flujo salival en reposo (saliva no estimulada) son 0.3 a 0.5 ml/min.

Para producir o recolectar saliva estimulada:
   Se aplican gotas de una solución de acido cítrico o similar en el dorso de la lengua: Estimulación gustativa.
  Se hace masticar un trozo de parafina u otro material inerte: Estimulación mecánica.
Los valores normales de la saliva son de 1 a 3 ml/min.

Disminución patológica  de secreción salival( sialopenia o hiposiala):
Se considera cuando el flujo salival en reposo es inferior a 0.1-0.2 ml/min o el estimulado es menor que 0.5/0.7ml/min.
La variar el flujo salival también se produce cambios en las concentraciones:
La saliva estimulada contiene componentes inorgánicas y menores cantidades de urea, fosfatos y magnesio.
Si la ingesta de carbohidratos es muy alta, habrá mayores cantidades de amilasa, pero si las glándulas están bajo una estimulación muy prolongada, llegara un momento en que los componentes orgánicos disminuirán  por el progresivo agotamiento de los contenidos celulares.



Participación de la saliva en el procesamiento de los alimentos



  • Preparación del bolo alimenticio
  • Funciones digestivas: la enzima más abundante en la saliva mixta es la amilasa salival o ptialina, producida por las células serosas o seromucosas de la parótida y la submaxilar. Esta enzima desdobla el almidón y lo transforma en hidratos de carbono solubles. Su tiempo de acción es relativamente breve.

            La lipasa salival, secretadas por las linguales de Von Ebner, puede actuar en el      estomago, donde inicia la digestión de los triglicéridos (grasas, aceites) función especialmente importante en los lactantes.

  • La sensibilidad gustativa es menor cuando disminuye el flujo salival debido a la edad avanzada, a la ingesta de determinados medicamentos o al establecimiento de ciertas patologías de las glándulas salivales.



Participación de la saliva en los mecanismos de protección y defensa


Propiedades lubricantes y mantenimiento de la integridad de la mucosa bucal:

  • Las mucinas salivales son glicoproteínas provistas de numerosas cadenas laterales de polisacáridos complejos.
  • La película salival rica en mucinas que recubre toda la superficie bucal, facilita los movimientos linguales y la correcta fonación. También limita la permeabilidad de la mucosa bucal, disminuyendo la penetración de una variedad de sustancias irritantes o toxinas, así como agentes carcigenicos (ej: humo de tabaco). Asimismo ejerce una función atemperante cuando  se ingieren alimentos muy fríos o muy calientes.



La saliva tiene la capacidad de disminuir el tiempo de hemorragia de los tejidos bucales (esto se atribuye a la presencia de lisozima y Ca que activan la coagulación). También facilita la rápida cicatrización de las heridas bucales; esto se debería a la acción de factores de crecimiento nervioso y epidérmico presentes en la saliva.

La acción antimicrobiana  y mantenimiento del balance ecológico bucal: las mucinas salivales causan la aglutinación de las bacterias e impiden que se adhieren y colonicen los tejidos bucales duros y blandos.


Además de las mucinas, también las IgAs (aportadas en su mayor parte por las glándulas salivales menores) posee una eficaz acción aglutinante de virus y bacterias.


En la saliva pequeñas cantidades de una molécula llamada fibronectina participan también en la aglutinación de microorganismos potencialmente patogénicos.


La acción de lavado mecánico de la saliva (flujo físico o acción de autolisis) es importante particularmente durante las horas de comida. En los periodos de reposo de la actividad masticatoria, la secreción de saliva es muy baja (secreción basal). Por eso, es importante el cepillado de los dientes y encías antes de acostarse, para evitar el desarrollo de la placa bacteriana.


La saliva, también ejerce una acción antibacteriana directa gracias a un grupo de proteínas salivales como las lisozimas, lactoferinas y salioperoxidasas, las cuales, funcionando en conjunto con  otros componentes salivales, pueden tener un efecto inmediato sobre las bacterias bucales, interfiriendo su capacidad para multiplicarse o causando su destrucción.



·         La lactoferina tiene acción bacteriostática por medio de un mecanismo competitivo, pues se une a la Fe, impidiendo la proliferación de las bacterias que lo necesitan para sus procesos metabólicos.

·         El fluido crevicular gingival también contribuye al sistema de defensa bucal, ya que provee anticuerpos séricos contra las bacterias bucales, especialmente IgG.

·         Las histatinas, péptidos salivales ricos en histadinas, pueden ser efectivos como antifungicos, especialmente frente a Candida albicans, agente productor de candidiasis bucales.



Participación de la saliva en mecanismos de regulación

El pH bucal debe de ser cerca del valor neutro, ya que un pH acido resultaría perjudicial, tanto para los tejidos blandos, para facilitar la formación de ulceras, como por los tejidos duros dentarios, ya que favorecería su desmineralización.

La neutralidad del ambiente bucal se mantiene principalmente gracias a la existencia de sistemas amortiguadoras (buffers o tampones) en la saliva. El sistema salival bicarbonato/acido carbónico es el principal componente regulador del pH en la cavidad bucal y en el esófago.

Un pH salival de 3-3.5 se asocia a una alta prevalencia, ya que se ha comprobado que en individuos con caries activas el pH salival y el de la placa dentaria es generalmente mas bajo de lo normal.

Por otra parte, durante toda la vida del diente los minerales de la saliva favorecen la                      re mineralización del esmalte, aumentando la resistencia a la caries por la formación de cristales fluoroapatita, o bien estabilizando las “manchas blancas” (las lesiones iniciales del proceso de caries).

Las glándulas salivales mayores y menores experimentan cambios con la edad, de manera comparable a lo que ocurre en otros órganos de nuestro cuerpo. La capacidad secretora varía desde los primeros años de la vida postnatal, y alcanza su máxima productividad en la juventud y la edad adulta. Más tarde se inicia el proceso de involución de las glándulas salivales.

En el recién nacido se encuentra las glándulas Von Ebner de las glándulas salivales menores. En los niños de 8 a 14 años, las células secretoras contienen gránulos apicales PAS positivos. En el adulto, el citoplasma apical de los adenomeros y el contenido luminar son, además alcianofilos a pH 2.5 y 1.0.

En la edad avanzada, diferentes autores han descrito una paulatina atrofia del parénquima, el cual es reemplazado por tejido fibroadiposo.

Las personas adultas padecen de una disminución del flujo salival que perjudica sus procesos de masticación y de fonación, así como la salud general de las estructuras bucales.

La función reducida de las glándulas menores contribuye en gran medida a la formación de la barrera de moco que protege las superficies orales. Esto explica la susceptibilidad incrementada de la mucosa bucal de los ancianos ante diferentes enfermedades.

Histogénesis

Nuestro estudio embriológico de las diferentes glándulas salivales menores indica que entre 14 y 20 de la vida fetal ya se distinguen componentes histofisiologicos típicos. La tinción citoquimica y ultracitoquimica del material secretorio confirma que existe producción de mucinas en esas edades tempranas del desarrollo, y, por lo tanto, que existe actividad funcional de las diferentes glándulas salivales accesorias en la etapa prenatal.

Otros autores han destacado que antes del nacimiento ya se observa secreción de mucinas por parte de las glándulas salivales mayores y menores, mientras que el zimogeno comenzaría a liberarse en la etapa postnatal. Se ha sugerido que las secreciones fetales de las glándulas salivales serian importantes, tanto por la producción de glicoconjugados de superficie , involucrados en los mecanismos de embriogénesis y cito diferenciación, como por el valioso efecto buffer de las secreciones salivales, a nivel local y en la cavidad amniótica, frente a diferentes sustancias producidas en la etapa fetal por los sistemas urinario y digestivo en desarrollo.

Diversos procesos infecciosos, inflamatorios y tumorales pueden afectar las glándulas salivales, tanto las principales o mayores (parótidas, submaxilares y sublinguales) como las accesorias o menores, diseminadas en la mucosa bucal y, sobre todo, en los labios, el paladar y el suelo de la boca.




SIALOADENITIS



Sialoadenitis aguda purulenta

La sialoadenitis aguda purulenta se produce casi siempre por infección aguda ascendente por gérmenes procedentes de la boca, generalmente estreptococo A y Staphylococcus aureus. La existencia de una alteración previa en la secreción de la saliva es un factor predisponente muy común. Sólo de manera excepcional puede deberse a una metástasis séptica hematógena o por vía linfática. Suele afectar la parótida y, con menor frecuencia, la subman dibular.

La sialoadenitis es la inflamación de las glándulas salivales, y se caracteriza por una tumefacción dolorosa de la glándula afectada, con grados variables de alteración funcional.


Sialoadenitis infecciosas

Parotiditis epidémica

La parotiditis epidémica o urliana (denominada comúnmente paperas), causada por un paramixovirus (virus de la parotiditis), es la sialoadenitis infecciosa más frecuente. Por lo general afecta a los niños y a los adultos jóvenes, y suele aparecer en pequeños brotes epidémicos en guarderías y colegios al final del invierno y la primavera. Sin embargo, a partir de la introducción de la vacuna su incidencia ha disminuido.




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